25 noviembre 2008

El instante de la vida

Que paren un momento esa guerra, cierren un minuto los periódicos, se corte el tráfico. Que haya pausa en ese beso, saquen el champán y no amanezca. Que no tiren todavía ese penalti, no atraviese el corredor la meta y que el reloj se detenga…

¡Ya nace! ¡Ya nace!




14 noviembre 2008

Esquivando gotas


Gota a gota caían gotas.
Olía a tormenta, gritaban los truenos.
Jugaba a esquivar las primeras,
las mas gordas.
Al final, cuando empezaban a mojarme,
me refugiaba y las veía por la ventana.
Entonces jugaba con mi hermana
a elegir gotas que resbalaban
por el cristal.
Cada gota se llenaba de otras
que tenía por el camino y, velozmente,
se deslizaban en carrera.
La vida eran gotas desde el cristal.
Ahora me mojo.

11 noviembre 2008

En el mejor momento

Se encontraban en el cementerio con trajes festivos, tal y como dijo la abuela en sus últimas palabras. Los dos nietos llevaban panderetas. Aún así, las lágrimas no se podían disimular ni tampoco la pena. Las últimas palabras del sacerdote se las llevaba el viento y mientras el ataúd por fin tocaba fondo...
Un grito doloroso, enorme, rompió el fúnebre silencio, el llanto era intenso. Todas las miradas se dirigieron hacia ella y ella… acababa de romper aguas.

25 julio 2008

¿Cuánto dura un beso?

Era su segunda cita y ella le preguntó cuánto duraba un beso. El la besó durante dos minutos y ella volvió a preguntar con una pícara sonrisa: “¿Pero cuánto dura?”
Comprendió la pregunta cuando a la noche, solo en casa, el beso todavía se revolcaba completamente atemporal por su excitada mente.

08 julio 2008

Baja del tren

Hay muchos trenes que pasan por tu vida; todo el mundo te lo recuerda y todo el mundo se agarra a ellos para echártelo en cara. ¡Coge el tren! ¡Es tu oportunidad!
Y nadie, nadie, nadie… se acuerda que, a veces, primero hay que bajarse del que uno va.

02 junio 2008

¿Cuánto dura un minuto?

-¿Cuánto dura un minuto? -preguntó el alumno mientras en el hospital de al lado un paciente aguardaba la quimioterapia en la sala de espera, mientras el amante se encontraba en el instante que despide a un beso y el león iba a saltar sobre su presa.
-¿Cuánto dura un minuto? -preguntó a la vez que una madre estaba gritando mientras nacía su hijo, un atleta se encontraba en posición a la espera del disparo de salida, un niño tiene insomnio la noche de reyes, la novia dice “sí quiero” y un relámpago avisa tormenta.
-¿Cuánto dura un minuto? -preguntó a la vez que una bala se perdía en la guerra, dos amantes gozaban entre las sábanas, el viento se llevaba su foto, el autobús que no llega.
-¿Cuánto dura un minuto?
Nadie lo sabe, el instante de una mirada o una eterna primavera.

01 abril 2008

Yo nado

Hay una orilla donde habita la tristeza.
A veces se encalla allí mi barco.
Entonces quemo las velas y nado,
da igual si me ahogo o me canso.
No importa si llego a la otra orilla.
Yo nado.


28 febrero 2008

Un baño de estrellas

Se encontraba agotado de tanto pensar y darle vueltas a su soledad. Se agachó y utilizó la acera como sillón. La noche estaba silenciosa y el cielo muy claro, mostrando orgulloso gran cantidad de estrellas. Junto a sus pies, sin embargo, había un gran y sucio charco.
Mientras miraba relajado el charco, un niño se le acercó para pedir limosna. Tenía unos tirantes muy graciosos que sujetaban algo que parecía un pantalón. Se le veía muy cansado y él le invitó a sentarse a la vez que le daba unas monedas.
- ¿Qué mira usted, el charco? -se interesó el niño.
- Bueno, en eso estaba, pero mira -dijo señalando el cielo- ¡Mira qué cielo tan hermoso! ¡Qué estrellas tan magníficas!
- A mí no me gusta el cielo -sentenció el niño con esa sinceridad que solo a esa edad se manifiesta.
- ¿Y cómo es eso? -se extrañó -A todo el mundo le gusta el cielo, yo de niño intentaba contar estrellas y...
- Prefiero ese charco -interrumpió el niño.
- ¿Por qué lo prefieres?
- Es más grandioso, contiene todas las estrellas en su agua -¡Mira! -señaló indicando los reflejos.
Mientras pensaba que se encontraba ante un pequeño sabio y seguía mirando el reflejo de las estrellas en el agua, una moto pasó por encima de ese encharcado cielo y les salpicó manchando toda su ropa.
- No te preocupes -le sonrió al niño -nos hemos dado un baño de estrellas

21 enero 2008

La primera y última pregunta

Había sido y aún era un empresario muy bien considerado, con una trayectoria llena de éxitos y ahora, a sus 70 años, le están haciendo un gran y merecido homenaje. Antes de dirigirse con estilo (porque hasta para andar tiene estilo como si de Cary Grant se tratase) hacia los micrófonos, recuerda toda su vida. Desde sus inicios aportando el tanto por cien más elevado a oenegés, a proyectos solidarios; sacando a sus hijos adelante con los mejores resultados, superándose, siempre superándose, incluso cuando su mujer murió en un accidente. Recuerda la cantidad de puestos de trabajo que su cadena de empresas han creado. Se da cuenta que ha hecho todo lo que creía de pequeño que podía hacer. El éxito, los sueños... todo cumplido. No había pregunta o misterio alguno que no hubiera solucionado.
Se acerca con cuidado, con elegancia al micrófono y... una angustia enorme, un estremecimiento, un fogonazo que le sacude... ocupa toda su mente. Los periodistas están a la expectativa, las manos de los oyentes preparadas para aplaudir cuando hable.
Se acerca al micrófono y temblando, casi llorando, con un tic nervioso en las manos y en los ojos, ante la mirada atónita del auditorio que ve como se descompone su cara, con sudor, con miedo, dice...
-¿Quién soy yo?


No eres el que pregunta quién eres (Pi)